¿Qué tan bueno es para tu cerebro hacer maratones de Netflix?

¿Qué tan bueno es para tu cerebro hacer maratones de Netflix?

Netflix se ha transformado en una parte muy importante de nuestras vidas y, por lo tanto, la ciencia ha hecho sus investigaciones al respecto de la práctica de ver series de forma adictiva. La psicóloga Renee Carr, en entrevista con NBC News, asegura que una maratón de series hace que nuestro cerebro produzca dopamina y nos genere placer.

«Es la señal del cerebro que se comunica con el cuerpo para decirle “Esto se siente bien. ¡Deberías seguir haciendo esto!” Cuando estás atrapado viendo tu programa favorito, tu cerebro produce continuamente dopamina y tu cuerpo experimenta un efecto similar al de las drogas. Experimenta una pseudoadicción al programa porque desarrollas antojos de dopamina», señaló.

Las mismas vías neuronales que causan la adicción a las drogas o al sexo, por ejemplo, son las mismas que provocan la obsesión por las maratones de series. El cuerpo no diferencia entre las actividades, solo se aferra a aquellas acciones que producen dopamina en nuestro cerebro, y se vuelve adicto.

Por otro lado, ver una serie provoca tal empatía que las áreas del cerebro que se activan son las mismas que cuando se vive un evento en vivo. Por ende, nos involucramos mucho en las historias, nos apegamos a los personajes y nos preocupamos por lo que les sucede en el programa.

Probablemente te hayas preguntado más de una vez qué tan bueno o malo es quedarte horas y horas viendo tu serie del momento, y la ciencia asegura que es la mejor manera de desconectarse de los problemas y eliminar el estrés. Y, además, ver una serie nos ayuda a relacionarnos mejor con aquellas personas que también la ven, ya que es un tema de conversación que ambas partes disfrutarán.

Descontrol, pero con orden

Los sentimientos de vacío posteriores a acabar con una serie son tan grandes que a veces es complejo superarlos. Pero no imposible.

A la tristeza del después se la clasifica como depresión situacional. La única manera de controlarla (pero no de eliminarla) es teniendo determinadas reglas para que la maratón sea «lo más saludable posible», y el golpe con la realidad de no tener más episodios para ver no sea tan duro.

La clave para obtener los beneficios de la maratón compulsiva sin sufrir las repercusiones negativas es establecer parámetros sobre el tiempo que pasas frente al televisor. Maratón, pero con orden.

Por ejemplo, antes de comenzar a ver una serie puedes proponerte un número de episodios a ver, y respetarlo. O simplemente marcar el tiempo en horas que destinarás a ver el programa.

Otra buena estrategia -para no ceder ante la voz interna que nos pide un episodio más antes de dormir- es dejar al último episodio por la mitad. De esta forma, estarás resolviendo el conflicto planteado al final del anterior y no quedarás atrapado en la trama con ganas de saber cómo continúa todo después del final de un nuevo episodio.

Como cualquier otra actividad, maratonear es bueno en su justa medida. Siempre y cuando logremos parar y equilibremos esta actividad con otras, sobre todo sin aislarnos del mundo. Así lograremos obtener los mejores beneficios de entretenimiento y para nuestro cerebro. ¡Prepárate para las maratones más saludables!

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