Doscientos pares de manos se afanaron durante tres días para dar consistencia a 700 kilos de harina, 400 de mantequilla, margarina y manteca vegetal, además de 300 kilogramos de azúcar, ingredientes con los que hornearon 8 mil piezas de pan de muerto para dar forma a una catrina de 15 metros de largo por seis de ancho.

“Ahora sí que el pan de muerto se volvió calavera para festejar la tradición mexicana del Día de los Santos Difuntos y reforzar la identidad nacional, gracias a la creatividad de los alumnos de Gastronomía de la Universidad Vizcaya de las Américas, quienes participan con el Ayuntamiento a través de las actividades del Festival de las Calacas”, mencionó el Director de Cultura Municipal, Ismael Serna Hernández.

La coordinadora de la Licenciatura en Gastronomía, Gilda Félix Kawano manifestó que esta alegoría se realizó, casi de manera simultánea, en 16 de 22 planteles de la Universidad Vizcaya a nivel nacional, con lo que promueven los valores y tradiciones del ser mexicano.

Juan Carlos Negrete Meza, director de la Universidad, señaló que esta exhibición gastronómica es una pequeña muestra de lo que pueden hacer los estudiantes de la especialidad, pues antes habían elaborado una mega rosca de Reyes de 700 metros y 6 mil tamales, mismos, que al igual que las piezas de pan de muerto, fueron regalados entre los asistentes al evento.

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