¿Rescate real o “limpia” para la foto? Parques de San Anselmo y El Campanario dan de qué hablar

¿Rescate real o “limpia” para la foto? Parques de San Anselmo y El Campanario dan de qué hablar

La Dirección de Programas Preventivos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal llevó a cabo una limpieza y rehabilitación en los parques de San Anselmo y El Campanario, y aunque la actividad se presentó como parte de una estrategia para fortalecer la participación comunitaria, la conversación en redes ya tomó un giro muy al estilo de los chismes locales que tanto le gustan al público de Cajeme. ¿Fue un rescate auténtico o solo una acción rápida para presumir avance?

Durante la jornada, el personal de Programas Preventivos, acompañado por vecinos de ambas colonias, realizó labores de desmalezado, recolección de basura y mantenimiento general de las áreas verdes. Estas actividades fueron presentadas como una iniciativa para recuperar espacios públicos y mejorar la convivencia familiar, algo que, en teoría, suma puntos al ambiente comunitario.

Sin embargo, como suele pasar cada vez que se interviene un parque o un espacio común, las opiniones se dividieron. Algunos usuarios celebraron que por fin se atendieran áreas que estaban en evidente deterioro, mientras que otros cuestionaron si estas acciones tendrán continuidad o si se trata de un esfuerzo aislado. ¿Cada cuándo deberían limpiarse estos espacios? ¿De verdad existe seguimiento o son “golpes de escoba” temporales?

La dependencia municipal señaló que estas acciones forman parte de una estrategia de prevención social, es decir, recuperar espacios para que las familias se apropien de sus parques y se reduzcan riesgos relacionados con el abandono o la falta de vigilancia. La rehabilitación de áreas verdes, según explican, puede reducir la presencia de conductas antisociales.

Vecinas y vecinos de San Anselmo expresaron que agradecen el apoyo y destacaron que el parque llevaba meses en malas condiciones. En El Campanario, algunos residentes comentaron que estas actividades son necesarias, pero insistieron en que requieren continuidad, especialmente en temporadas donde la maleza crece rápido y la basura puede acumularse.

Como en todo buen chisme comunitario, también surgió la duda: ¿deberían involucrarse más los vecinos en el mantenimiento o es responsabilidad total de la autoridad? ¿Qué tanto cambia una colonia cuando su parque está limpio? ¿Influye en la seguridad diaria del sector?

Lo cierto es que estas acciones generan conversación porque los espacios públicos de Cajeme importan, y mucho. Y cuando se trata de parques donde conviven niñas, niños, jóvenes y familias enteras, la gente opina, reclama, agradece y cuestiona. Todo cabe, especialmente cuando se trata de mejorar el entorno.

Al final, más allá del debate, los parques de San Anselmo y El Campanario lucen mejor que hace unos días. Queda por ver si esta limpieza es un punto de partida o solo un episodio más en la larga historia de los espacios públicos de Ciudad Obregón, donde cada mejora cuenta y cada opinión pesa.

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