Predicar con el ejemplo
En esta semana las redes sociales y la sociedad en general se estremeció ante la noticia de un adolescente que saca un arma y empieza a lanzar balazos a sus compañeros y maestra, y surge así una importante pregunta: ¿Por qué lo hizo?
Responder a esa incógnita ahora sería sumamente aventurado, pero me referiré concretamente a los padres de este adolescente, ¿Qué trato le daban? ¿Se preocupaban por que emocionalmente estuviera saludable? ¿Fueron un buen ejemplo de valores y principios? Sin afán de linchar a los padres que definitivamente deben estar pasando uno de los momentos más trágicos en su vida al perder un hijo, les invito a la siguiente reflexión.
Cuando nuestros hijos ven que somos personas justas, generosas, honestas, amables y alegres, es sumamente probable que nuestros hijos repitan este mismo esquema, desafortunadamente los niños de ahora crecen con una figura paterna sumamente distante, hay papás y mamás que no consideran si quiera importante el estado emocional de sus hijos y esto es verdaderamente grave, el objetivo de todo padre no necesariamente debería ser si su hijo será un gran médico, o abogado, o arquitecto, el objetivo de los padres debe ser que sus hijos e hijas sean felices.
Si eres un padre agresivo, grosero, prepotente, tramposo y mentiroso, no esperes que tu hijo sea un santo. Los hijos son el reflejo de la formación que sus padres les dan y definitivamente el ejemplo forma tremendamente. Si vas con tu hijo en el carro y ves la posibilidad de pasarte la luz roja y lo haces, entonces le estarás enseñando a tu hijo que está bien no respetar las reglas y con el paso de los años que no te extrañe si sufrió un accidente por pasarse la luz roja, ya que tú, con tu ejemplo le enseñaste que se podía hacer.
Es importante que como sociedad no solo le echemos la culpa al gobierno, o a la escuela, la principal responsabilidad de la formación de nuestros hijos es la familia, padres y madres amorosas, que se preocupen por lo importante, una sana relación emocional les ayudará mucho más en su vida que un título profesional. Forma a tus hijas e hijos con el mejor ejemplo posible, conviértanse como papá o mamá en los súper héroes de sus pequeños, que les admiren y deseen ser como ustedes cuando ellos sean grandes, pero obviamente dando el mejor de los ejemplos posibles.
ALEXIS HUMBERTO MEZA HIGUERA
LICENCIADO EN PSICOLOGÍA
INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SONORA
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