Las imágenes de un osezno intentando llegar a la parte más alta de una montaña nevada, siguiendo los pasos de su madre, ha dado la vuelta al mundo por la “ternura” que desató el momento.

Sin embargo, no es ninguna historia de perseverancia y superación, sino de los horrores que los seres humanos cometen contra la naturaleza.

El vídeo fue subido originalmente en el canal ViralHog de YouTube la semana pasada en el se puede ver a un pequeño oso resbalando decenas de metros una y otra vez por una ladera en su intento por huir del dron.

Según la descripción que acompaña la imagen, el material fue grabado en junio pasado en la región de Magadán, en el Lejano Oriente de Rusia.

Tras varios intentos fallidos, el osezno logra alcanzar la cima de montaña nevada y junto a su madre continúa la huida. El video acumula ya mil 700 ‘no me gusta’ y numerosos comentarios negativos.

“La madre oso estaba claramente asustada por la presencia del dron e incluso puso en peligro al cachorro”, “tras desgastar tanta energía el osezno tal vez haya muerto pocos días después”, o este material “debería ser usado en un tribunal como evidencia de maltrato de animales” son algunos de los comentarios en redes sociales.

La ecóloga y estudiante de doctorado en la Universidad de Calgary (Canadá) Lucy Gem Poley advierte que las situaciones de alborotos como en el caso de los osos, pueden ocasionar alteraciones fisiológicas en el organismo de los animales como trastornos en las hormonas del estrés, frecuencia cardíaca, etc. “Como operadora de drones, puedo confirmar que estos aparatos son ruidosos y perturbadores para la vida silvestre”, escribió en su cuenta de Twitter.

El autor de la grabación asegura que el pequeño oso ya se encontraba en el lugar y que no huyó del dron.

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