Cómo afecta la ira a tu salud

Cómo afecta la ira a tu salud

El enojo es una respuesta natural a ciertas circunstancias, y es, de hecho, un sentimiento que tiene que ver con la propia supervivencia humana. Permite el desarrollo rápido de conductas de defensa-ataque, la vigorización de nuestra conducta y la regulación de la interacción social. Pero cuando empieza a dominar tu vida, la ira afecta tu salud.

Lo habrás notado por ti mismo. Cuando te enojas, te sientes mal. Mental y físicamente. Expresar los motivos de nuestros enojos es de mucha ayuda, puesto que guardarlo es todavía más perjudicial.

Pero como sea, la ira afecta tu salud en muchos aspectos y por eso, lo mejor es aprender a controlarla.

Pero… ¿Qué es la ira?

Como decíamos, la ira es un sentimiento normal y necesario. Es como ese empujón que a veces se necesita para actuar… ¿Cuántas veces hemos hecho cosas gracias a que algo nos hizo enfadar?

En general, la ira aparece cuando nos sentimos atacados de algún modo. Las situaciones que generalmente provocan ira son las que producen frustración o desagrado.

Claro que esas situaciones pueden ser distintas para cada persona. Si bien hay situaciones que a casi todos nos hacen enfadar por igual, son más bien pocas. En general, lo que genera ira en una persona puede no provocar lo mismo en otra. En enojo está ligado a los pensamientos, y no a las situaciones en sí.

Por eso, hay personas que se enfadan más bien poco. Y otras, que viven enfadadas. Estas últimas, sin embargo, deben cuidarse, pues ese estado de permanente cólera tiene muchos efectos adversos.

En qué afecta

Dolores físicos

¿Cómo te sientes cuando te enfadas? Seguramente, notas que te tensas, contraes los músculo, sientes que te falta aire. Quizá te den palpitaciones y se te ponga roja la cara… ¿no?

Todas esas reacciones indican que tu cuerpo está “acompañándote” en ese sentimiento tan enorme que es tu rabia.

Como consecuencia de todos estos mecanismos de tu cuerpo, si te enfadas muy seguido, y especialmente si te lo guardas, puedes tener muchos dolores físicos, como dolor de cabeza y migrañas, hasta problemas digestivos y hasta úlceras.

Problemas cardíacos

Pero lo anterior no es lo más grave. Un estudio llevado a cabo por los investigadores del Duke University Medical Center, de Durham, Carolina del Norte, ha encontrado que el riesgo de contraer una enfermedad coronaria es 19% mayor en las personas que viven iracundas.

Esto significa que incorporar el enfado intenso como una práctica habitual en tu vida puede incrementar el riesgo de que padezcas enfermedades cardiovasculares. Incluso puede aumentar el riesgo de tener un infarto.

Problemas cognitivos

¿Acaso no dicen siempre que no hay que tomar decisiones estando enfadado? Es que cuando estás enfadado, te vuelves menos hábil para utilizar tus recursos cognitivos; literalmente, piensas peor.

¿Por qué? Pues porque cuando estás enojado utilizas la parte más primitiva del cerebro, inhibiendo el lóbulo frontal, encargado de controlar los impulsos. Es decir, te vuelves impulsivo y poco reflexivo.

Cómo controlarla

  • Primero que nada, debes saber que aprender a controlar tus emociones es posible. Especialmente cuando se trata de enfado, hay muchas técnicas que pueden ayudarte a superarlo.
  • Incluso, puedes usar ese sentimiento en tu favor… ¡Cuántas obras de arte habrán sido producto de un gran enfado! Trata de expresar tu ira escribiendo, pintando, componiendo una canción o como sea más fácil para ti.
  • Piensa en ti y en tu proceso de enojo. Lo importante es que tomes consciencia de cómo la ira afecta tu salud. La tuya y la de nadie más.

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