“Mi mayor delito ha sido enamorarme de mi hija”

“Mi mayor delito ha sido enamorarme de mi hija”

¡Para el amor no hay límites! La historia de Cristino de 37 de años de edad y Sara de 19, reconoce que es difícil llevar a cabo una vida feliz y plena y al mismo tiempo de explicar lo complicado de la situación. Se enamoraron hace alrededor de tres años y hace justo un año que nació su hija, la sexta para Cristino, la primera para la joven Sara. Pero hace apenas unos días que conocieron a la bebé.

De acuerdo con información de El Español, Sara mira a su niña una hora a la semana pero al hombre no se lo permiten. Cristino es el padre de Sara y formalizaron una familia y tienen una hija. Por lo tanto, es el abuelo de su propia hija.

Esta historia parece una telenovela pero es real. Sara es la mayor de cinco hermanos, nacidos de Cristino y de su entonces esposa. El digital cronicabalear.es publicó en noviembre de 2015: “Un padre que ha tenido un bebé con su hija denuncia juicio moral al retirarles la patria potestad”.

Sin embargo, Cristino nació en una familia desestructurada. A sus 16 años de edad, comenzó a salir con la que más tarde se convirtió en su mujer. Cuando cumplió 18 años, se convirtió en padre por primera vez de una niña a la que llamaron Sara. La pareja tuvo cuatro hijos más y según cuenta una amiga de Cristino “Sara cuidó y protegió a sus hermanos desde pequeña”. Cuando Cristino y la madre de Sara, decidieron separarse, su hija Sara se fue a vivir con él.

Tiempo después, comenzaron una relación sentimental y un año después Sara quedó embarazada a sus 17 años. Desde luego, tomaron la decisión de contárselo a la madre de Sara, que denunció a su ex marido por abusos a una menor. El caso quedó sobreseído cuando Sara dijo que esas relaciones sexuales con su padre habían sido voluntarias y, por lo tanto, consentidas.

Cristino reconoció que “tenía que haber hecho las cosas un poco mejor, pero de lo único que me arrepiento es de habérselo contado. Mi mayor delito ha sido enamorarme de mi hija”.

La pequeña lleva los apellidos de Sara y a los pocos días de nacer, el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales le retiró la custodia de su hija. Este viernes se celebró en Palma el juicio en el que Sara reclamó que le devuelvan a su hija. La única posibilidad que existe para que madre e hija estén juntas es apartar a Cristino del entorno de la menor.

“A los niños no les ha faltado nunca de nada. Soy una buena persona”, menciona Cristino.
Desde luego, la pareja acudió a un psicólogo privado para que valorase la relación, ambos indicaron que no existe más que lo que ellos dicen que hay es amor.

“Siempre he visto que quien paga el pato son los niños y yo no quería eso”. Siente que no sólo le han castigado a él, sino también a Sara al separarla de su hija”, afirma Cristino.

La pareja han enfrentado dificultades, en la cual han encajado una historia de forma distinta. Con infinidades de preguntas que surgen sobre un debate entre la moral y la razón, la cabeza y el corazón, la aceptación y debilidad del individuo para afrontar la realidad.

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