Los Yaquis de Ciudad Obregón siguen demostrando por qué son uno de los equipos más encendidos del momento. Con una actuación redonda desde el montículo y poder ofensivo en los momentos clave, la Tribu se impuso por 4-0 a los Cañeros de Los Mochis en el primer juego de la serie, ante una afición que disfrutó de principio a fin en el Estadio Yaquis.

Desde el arranque, los dirigidos por Gerardo Álvarez mostraron determinación. El encargado de marcar el ritmo fue Vladimir Gutiérrez, quien lució intratable sobre la loma con siete entradas de dominio absoluto, permitiendo solo dos imparables y sin permitir carrera. Su control y temple fueron la base de una victoria que refuerza la confianza del equipo.

El bateo de la tribu respondió al llamado. En la segunda entrada, Roberto “Tito” Valenzuela encendió la ofensiva con un doblete al jardín izquierdo. Momentos después, Víctor Mendoza conectó un sencillo productor al central para abrir el marcador 1-0 y hacer vibrar al público obregonense.

El momento decisivo llegó en la parte baja del tercer episodio. Con Sebastián Elizalde y Riley Unroe en las bases, “Tito” Valenzuela aprovechó una recta alta y la mandó de viaje por todo el jardín izquierdo, firmando un cuadrangular de tres carreras que selló el 4-0 definitivo y desató la euforia en las gradas.

A partir de ahí, todo fue control. Gutiérrez completó su labor con autoridad, y el bullpen obregonense se encargó de cerrar la puerta con tres relevistas que mantuvieron la blanqueada intacta. Una muestra más del equilibrio que ha caracterizado al equipo en esta racha ganadora.

Por parte de los Cañeros, Omar Araujo cargó con la derrota tras permitir ocho hits y las cuatro carreras del encuentro en cinco entradas de trabajo. Aunque intentaron reaccionar, la ofensiva sinaloense no pudo descifrar el pitcheo local.

Con esta victoria, los Yaquis suman su cuarta al hilo, consolidándose como uno de los conjuntos más consistentes de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico. El equipo buscará asegurar la serie este miércoles con Ariel Miranda en la loma enfrentando a Yoaner Negrin, en un duelo que promete intensidad desde el primer lanzamiento.

Y como siempre, la afición de Ciudad Obregón fue el motor que empujó cada jugada, cada batazo y cada out. Porque cuando los Yaquis ganan, todo Cajeme vibra. Así se vive el béisbol en casa: con orgullo, pasión y entrega.

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