Visitadores de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) estuvieron con el exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, luego de que este sábado iniciara una huelga de hambre en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.

La inconformidad del exgobernador es por el maltrato que autoridades penitenciarias le dan a su hijo, Guillermo Padres Dagnino, preso en el penal federal del Altiplano en el Estado de México, por lo que representantes de la CNDH pretenden convencerlo para que cese el ayuno.

Padrés Elías, quien es juzgado por delitos de delincuencia organizada, lavado de dinero y evasión fiscal, comenzó la huelga de hambre este sábado, por lo que familiares y colaboradores cercanos visitaron al exmandatario estatal quien no prueba alimento ni líquidos.

Tanto Padrés como su hijo, fueron detenidos el mismo día por lo que este domingo cumplieron 72 días presos, (detenidos el 11 de enero de 2016) y de acuerdo a los primeros reportes, Padrés está decaído por la situación que está padeciendo su hijo y por ello, está decidido a llevar el ayuno hasta las últimas consecuencias porque considera que el proceso penal que enfrenta su hijo es injusto.

Ante esta situación, la CNDH envió a dos visitadores a tratar de convencer a Padrés Elías de desistirse de seguir adelante con la huelga de hambre, sin embargo, el exmandatario se dijo decidido a seguir adelante y solo se comprometió a valorar la suspensión de la huelga, por lo que autoridades penitenciarias se mantienen al pendiente de su estado y su integridad física, para lo que le han proporcionado miel, limones y agua.

De ser encontrado culpable, el exmandatario sonorense podría recibir una pena de entre 38 y 94 años si la Procuraduría General de la República logra acreditarle los cinco delitos que le imputa: defraudación fiscal equiparada, tres acusaciones de lavado de dinero y uno de delincuencia organizada.

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