Un “nuevo lujo” en tiempos inciertos

Un “nuevo lujo” en tiempos inciertos

Detrás de puertas discretas del RAI Amsterdam, la Masters Expo —antes Millionaire Fair— celebró su 19ª edición con guiños a los “felices años veinte”. Autos, diamantes y yates recibieron a los visitantes bajo reflectores impecables; sin embargo, la vibra no fue de despilfarro, sino de un lujo que intenta verse sobrio y “consciente”.

Los stands inmobiliarios ofrecieron departamentos en suburbios bien conectados, no penthouses en el centro; las agencias de viaje empujaron Dubai y el Caribe neerlandés con paquetes “premium”. Una frase de vendedor resumió la búsqueda de valor: “Solo puedes comprar un auto, pero puedes irte de vacaciones veinte veces al año”.

El hielo del Ártico también tuvo vitrina: un crucero de dos semanas al Polo Norte por 33 mil euros en el cinco estrellas Le Commandant Charcot. Su equipo lo promueve como “activismo climático”: científicos a bordo, charlas sobre calentamiento global y pasajeros que —tras ver la fragilidad polar— querrían protegerla. La tensión entre experiencia y huella ambiental quedó sobre la mesa.

La conversación tecnológica corrió por cuenta del dinero cripto. Icoinic, firma neerlandesa, defendió las monedas digitales como refugio antiinflación y puente hacia las finanzas convencionales. Los asistentes ligados a lo digital repitieron un patrón: menos interés en objetos y más en activos intangibles, datos y comunidad.

Ese hilo conectó con el arte tokenizado: un Lamborghini intervenido por el artista Pablo Lücker “incluido” al comprar su NFT. Influencers como Kwebbelkop decían considerar la obra por el token, no por el auto. El mensaje: el símbolo y su propiedad en blockchain pueden pesar más que el metal brillante.

A las 18:00 en punto, luces abajo. Ni siquiera la feria de los ultrarricos escapó a normas sanitarias y horarios recortados. El resultado fue una postal clara: menos hedonismo desbordado, más eficiencia y narrativa de “lujo responsable”, donde se privilegian experiencias memorables, movilidad selectiva y activos digitales.

Para las y los cajemenses, la lección es útil: turismo de experiencias, sostenibilidad creíble, comercio electrónico con atención humana y productos culturales digitales son tendencias que ya mueven billeteras. Quien emprenda desde Ciudad Obregón puede mirar estos vientos globales y tropicalizarlos, con pies en la tierra y vista en la oportunidad.

En tiempos donde todos ajustan, incluso el lujo se reinventa. Y entender cómo cambia ese segmento ayuda a anticipar hábitos de consumo que pronto tocarán a nuestra región. En OBRNoticias, “Las noticias que vale la pena conocer”, seguiremos acercando claves para decidir y participar cuando haga sentido.

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