¿Marcha auténtica o puro show? Así se vivió la movilización “Generación Z” en Ciudad Obregón

¿Marcha auténtica o puro show? Así se vivió la movilización “Generación Z” en Ciudad Obregón

La movilización de la autodenominada “Generación Z”, que se llevó a cabo este 15 de noviembre a nivel nacional, también tuvo su capítulo en Ciudad Obregón, donde un pequeño grupo de personas salió a las calles con el estandarte del personaje Luffy de One Piece, símbolo que se ha usado en protestas de distintas partes del mundo.

A diferencia de lo ocurrido en otras ciudades del país, en Cajeme se optó por una movilización totalmente pacífica. La marcha inició frente al Teatro del ITSON, en 5 de Febrero y 200, recorrió la avenida principal y concluyó en la plaza Álvaro Obregón, justo frente al Palacio Municipal. El ambiente fue tranquilo, pero cargado de mensajes de inconformidad.

Aunque en redes se pedía la participación de jóvenes, la realidad fue distinta: sí hubo presencia juvenil, pero la mayoría de los asistentes eran adultos de 30 años o más, lo que abrió el debate sobre si este movimiento realmente pertenece a la generación que dice representar. Aun así, el sentimiento era uno solo: el hartazgo por los niveles de violencia e inseguridad.

Entre los reclamos más repetidos estuvieron la exigencia de más seguridad, mayor transparencia del gobierno y justicia por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, un caso que conmocionó a todo el país y que se ha convertido en una bandera para este movimiento.

En el trayecto, varios participantes tomaron el micrófono para expresar su frustración con la corrupción, la falta de resultados de las autoridades y el cansancio generalizado por vivir con miedo. Las consignas iban desde llamados a la paz hasta reclamos por mejores gobiernos y una vida más digna para las familias cajemenses.

La manifestación culminó con la colocación de veladoras en la entrada del Palacio Municipal, un acto simbólico para recordar a las víctimas de la violencia y exigir atención a los problemas que enfrenta la comunidad. Sin embargo, ninguna autoridad local salió a atender a los manifestantes.

Pese a que la concurrencia fue baja —alrededor de 30 personas— los organizadores dijeron sentirse satisfechos, asegurando que este fue apenas el primer paso de un movimiento que esperan fortalecer. Su discurso no fue político ni estructurado, sino más bien una mezcla de emociones y consignas que reflejan el malestar social.

La participación en Ciudad Obregón fue modesta, pero el tema ya generó conversación: ¿representa realmente a la Generación Z? ¿Se convertirá en un movimiento en crecimiento o quedará en un intento aislado? Lo cierto es que los ciudadanos de Cajeme siguen atentos a cualquier acción que exija paz, justicia y mejores condiciones de vida.

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