La Novia de Cajeme celebra su historia con alegría y tradición

Ciudad Obregón, Sonora.— Este fin de semana, la Laguna del Náinari, conocida con cariño como “La Novia de Cajeme”, fue el escenario de una gran celebración por su 68 aniversario. Cientos de familias acudieron a la 13ª edición de las tradicionales Fiestas de la Laguna, disfrutando de un evento lleno de alegría, cultura y sentido de comunidad.

El Presidente Municipal, Javier Lamarque Cano, acompañado de la Presidenta del Voluntariado de DIF Cajeme, Martha Patricia Patiño Fierro, encabezó el acto protocolario donde rememoró el origen de este importante cuerpo de agua, que desde 1957 se ha consolidado como un emblema de identidad y orgullo para los habitantes de Ciudad Obregón.

“La Laguna del Náinari es un lugar único. No hay en el noroeste del país una ciudad con una laguna así de hermosa y viva. Es una joya que debemos cuidar y celebrar”, expresó el Alcalde ante los asistentes, destacando la relevancia histórica y ecológica del sitio.

El ambiente estuvo cargado de música y fiesta con la participación de agrupaciones como el Grupo Bacanora, La Esencia, la cantante Mely Mardueño y la batucada Unísono Team. Además, se ofrecieron talleres de pintura, actividades lúdicas y dinámicas familiares organizadas por el Parque Infantil Ostimuri, el Planetario y la Casa de la Cultura.

Una de las sorpresas más aplaudidas fue el apoyo al comercio local, que se unió a los festejos ofreciendo productos y promociones especiales, demostrando que cultura y economía pueden caminar de la mano cuando se trata de fortalecer el tejido social cajemense.

Las actividades también incluyeron espacios de promoción de la paz, prevención del delito y convivencia sana, fortaleciendo los lazos entre ciudadanía e instituciones. Niñas, niños, jóvenes y adultos encontraron en esta celebración un momento para compartir y recordar lo importante que es tener espacios públicos vivos y seguros.

Con acciones como esta, el Gobierno Municipal de Cajeme reafirma su compromiso con la preservación de la cultura, el impulso al turismo y la promoción de valores que refuercen el bienestar común.

Así, la Laguna del Náinari no solo festeja 68 años de historia, sino también el cariño de todo un pueblo que la sigue reconociendo como su novia eterna. Y es que en Ciudad Obregón, hay lugares que laten con el corazón de su gente.

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