Intenta matar a expareja, confiesa y sigue libre
A 20 días del ataque, en libertad permanece el agresor confeso de una mujer a quien estuvo a punto de estrangular.
Francisco Javier G.N., de 32 años enfrenta denuncia por homicidio en grado de tentativa, luego de que allanara la vivienda de su ex mujer, la golpeara y asfixiara hasta dejarla inconsciente.
La denuncia penal establece que el 24 de abril, a las ocho de la noche, Claudia llegó a su casa y descubrió la puerta violentada, por lo que llamó a su papá para que la auxiliara.
A la espera de su padre, ingresó a su casa, para ser atacada por un sujeto con pasamontañas, que la golpeó.
Ella alcanzó a quitarle la máscara solo para descubrir que era su ex novio, quien la apretó por el cuello, asfixiándola hasta que ella quedó inconsciente.
En ese momento, llegó el papá de la víctima lo que impidió que el sujeto consumara el homicidio, para huir dejando mochila y teléfono como evidencia.
Pensaron que estaba borracha
Por el ataque, el padre de la víctima llamó a la Policía y Cruz Roja, cuyos paramédicos desestimaron los efectos de la agresión.
Producto del estrangulamiento, a la mujer la encontraron vomitando, semi inconsciente, pronunciando incoherencias y resistiéndose a ser tocada, por lo que los socorristas optaron por retirarse de la vivienda, pensando que la víctima estaba ebria.
Minutos después del retiro de Cruz Roja, el rostro y cuello de la mujer se amorataron para exhibir lesiones y motivar que la mujer fuera llevada al Juzgado Calificador.
Ahí, el médico legista de turno ordenó traslado inmediato al Hospital General de Guaymas, donde permaneció más de un día bajo observación médica.
Confiesa y sigue al acecho
Al causar alta en nosocomio, Claudia formalizó denuncia en la Agencia Ministerial por intento de feminicidio, pero ni eso ha frenado al agresor.
Llamadas confesando el ataque, mensajes a la víctima, a familiares y amigos, han sido constantes por parte del hombre que, a pesar de ello, sigue libre.
“Perdóname, sí te amaba, me voy a entregar, es uno de los audios enviados por el agresor a la mujer”.
En otros mensajes se ofrece a pagar gastos médicos y deja entrever intenciones de acercarse a la víctima.
Con evidencias de acoso, testimonios, fotos de riesgo, la mujer pidió orden de restricción que le fue negada.
Y mientras la víctima acude a terapia para superar el miedo y trauma de la agresión, el hombre regresó a su trabajo en Empalme y se exhibe públicamente con armas de fuego, alcohol y paseos.
Vía FM105