EMPALME, SON.- Cuando lloraba la muerte de su hijo ejecutado el jueves pasado, Aurelia Padilla Sánchez fue asesinada con una ráfaga de balas, luego de que un grupo de sicarios interrumpiera el cortejo fúnebre que se dirigía al panteón municipal de Empalme, ataque que dejó además tres personas heridas.

Acompañada por familiares y amigos, la mujer de 33 años de edad y con domicilio en la colonia Pitic, caminaba atrás de la carroza que trasladaba al cementerio el cuerpo de su hijo Francisco Javier, de 16 años, conocido como El Chapatín, quien fue ejecutado con varios impactos de bala la noche del jueves, en la colonia Bellavista.

Alrededor de las 18:00 horas de este sábado, el cortejo fúnebre avanzaba por la calle Miguel Hidalgo, entre Moctezuma y bulevar Las Américas y justo cuando pasaron la gasolinera Maytorena, en un hecho insólito, un grupo de sicarios a bordo de motocicletas interrumpió el acompañamiento, presuntamente para llevarse el cuerpo del jovencito.

Los hombres armados rodearon la carroza y mientras que los miembros de una tecnobanda se dispersaban y otros acompañantes corrían buscando protegerse, la mujer enfrentó a los sicarios y como respuesta recibió una descarga de metralla, perdiendo la vida en el mismo lugar.

Tras el ataque, Aurelia quedó tendida en el suelo frente al féretro de su hijo, la carroza registró varios impactos de bala y tres personas más resultaron heridas.

Los lesionados, identificados como Francisca, Manuel y Luis Alberto fueron trasladados a hospitales.

Se supo que, en el caso de Luis Alberto, fue sometido a una cirugía debido a los tres impactos de bala recibidos y era reportado como estable.

Vía FM105

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