El tobogán más alto del mundo decapita a un niño
Caleb Schwab falleció luego de que su balsa saliera volando del tobogán.
Con el equivalente a 17 pisos de altura, el tobogán más peligroso del mundo, ubicado en el parque Schlitterbahn de Estados Unidos, decapitó a un niño de 10 años apenas 182 días después de haber sido inaugurado.
“Verrückt”, que significa “loco” en alemán, fue construido por John Schooley, el diseñador detenido el pasado martes 3 de abril bajo los cargos de asesinato en segundo grado e imprudencia temeraria. De acuerdo con las autoridades, durante los seis meses que estuvo abierto, produjo al menos 13 lesiones y dos conmociones cerebrales.
Entre sus víctimas se encuentra una adolescente de 15 años que quedó temporalmente ciega, y aunque la muerte del menor de edad se suscitó en agosto de 2016, es hasta ahora que se hizo pública con el fin de concientizar acerca de los riesgos de este tipo de atracciones.
Según los visitantes, debían subir 264 escalones y estar dispuestos a superar los 100 kilómetros por hora durante el descenso. Ahora, Schooley podría pasar los próximos 41 años en prisión y el propietario del lugar, Jeffrey Henry, también fue señalado por construcción técnica insuficiente.