Veintisiete años han transcurrido desde aquel fatídico día en que un incendio envolvió Plaza Tutuli, dejando un rastro de destrucción y dolor que aún perdura en la memoria de la comunidad. Aunque el suceso pasó inadvertido para la crónica oficial del municipio y la agenda pública, para un grupo de ciudadanos, este día es una oportunidad para recordar y honrar el sacrificio de un verdadero héroe.

Francisco Javier Armenta Cota, conocido por su valentía y generosidad, perdió la vida al intentar rescatar a otras personas atrapadas en el incendio. Aunque las llamas y el humo se cobraron su vida al día siguiente del desastre, su acto heroico quedó grabado en la memoria de aquellos que fueron testigos de su valentía.

Este día, Rosendo Arrayales y un grupo de ciudadanos se reúnen para recordar y rendir homenaje a Francisco. Aunque una calle lleva su nombre en honor a su sacrificio, muchos creen que su acto heroico merece un reconocimiento más amplio por parte de la comunidad.

Además de Francisco, también se recuerda a Alejandro Mendoza Cruz, un empleado de intendencia de la extinta tienda VH, quien fue la primera víctima del incendio al intentar apagar las llamas con un extinguidor. Su valentía y sacrificio también son recordados con respeto y gratitud por la comunidad.

A pesar del paso del tiempo, el legado de Francisco Javier Armenta Cota y Alejandro Mendoza Cruz perdura en la memoria de aquellos que fueron testigos de su heroísmo. Hoy, en el aniversario de la tragedia, la comunidad se une para honrar su memoria y recordar su valentía en medio de la adversidad.

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