Los primeros días de julio se desbocó un escándalo luego de que se hiciera público el caso de una mujer que aplicó para el puesto de Auxiliar de Enfermera en el IMSS, y la plaza le fuera negada por ser portadora del VIH.

Pese a que la institución médica argumentó que el puesto ya había sido ocupado y que por eso no fue contratada, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación para estipular que la decisión violó la norma de salud que rechaza como requisito para obtener un empleo una prueba de detección como la que se practicó.

“Tener un diagnóstico de infección por VIH no equivale a que una persona se encuentre limitada para ejercer profesión alguna”, dice el documento, que defiende a la víctima por haber sido objeto de discriminación.

En respuesta el IMSS emitió un comunicado para informar que darán “cabal cumplimiento a la recomendación 25/2017, emitida por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), relacionada con los derechos humanos a la igualdad, no discriminación, legalidad y al trabajo

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