Dos años de prisión le dieron por matar su “amiga”
Daniela tenía 15 años de edad, estudiaba en la Escuela Preparatoria “Prof. Ignacio Carrillo Franco” en Montemorelos, Nuevo León, y su aspiración era terminar la carrera de psicología.
La menor fue asesinada por su “amigo” la tarde del 6 de octubre de 2016.
Diego, quien entonces tenía 16 años, le quebró los dedos, le cortó la cara seis veces con un cúter, le golpeó la cabeza con un ladrillo y la degolló. Una herida de 15 centímetros de profundidad alcanzó la arteria carótida y provocó la muerte de la chica.
Posteriormente, abandonó el cadáver en un paraje y se hirió a sí mismo para inventar una historia a fin de lavarse las manos. Corrió a un Hospital, a 2 kilómetros del lugar, contó que habían sido asaltados y llevó a la policía a la escena del crimen. En el interrogatorio cayó en contracciones y finalmente confesó. La policía lo arrestó esa misma noche.
El 9 de octubre de 2016, Diego fue vinculado a proceso por el delito de homicidio doloso, que después se reclasificó a feminicidio. El 23 de febrero de ese mismo año fue sentenciado a dos años de internamiento, tras un juicio abreviado.
Ahora, en cualquier día cercano, Diego podría salir en libertad y antes de concretar su sentencia.
El pasado 10 de abril, la familia de la víctima fue alertada que la defensa de Diego busca la libertad anticipada, pues solicitó una audiencia para la reducción de pena bajo el argumento de buena conducta.
Diego fue trasladado del Consejo Tutelar de Menores de Escobedo, Nuevo León, al tutelar en la Ciudad de México el 31 de agosto del 2017, en donde presuntamente aún se encuentra.
La familia de Daniela denunció que las diligencias y trámites de traslado se realizaron sin ninguna notificación oficial por lo que les extraña que ahora los busquen para notificarles sobre la solicitud de disminución de pena.
Mirna Covarrubias consideró que este tipo de derechos otorgados a menores que cometen delitos graves, como matar brutalmente a una niña, abonan más a la crisis de impunidad en el país.
La madre de la jovencita solo pide que el agresor de su hija cumpla el total de la sentencia “ridícula”.
“Lo único que queda es que por lo menos salga el 5 de octubre, como se estableció. Si bien es cierto nada va a devolverme a mi hija, pero al menos que no salga antes.
Para la madre de la víctima este beneficio significaría una premiación para el joven feminicida.
Con información de Excelsior