Los nahuales, seres míticos capaces de cambiar su forma humana a la de un animal, forman parte de las leyendas más fascinantes de la cultura mexica. Aunque la mayoría de las personas suelen ser escépticas sobre lo paranormal, la figura de Don Pedrito Cazón, conocido como el último cazador de nahuales, ha dejado una huella imborrable en la historia de Sonora. Don Pedrito, un curandero yaqui de Cócorit, se volvió famoso en la década de los 40 por sus hazañas cazando estos seres que aterrorizaban a la región.

Cócorit, un pequeño pueblo en el sur de Sonora, es parte de la comunidad yaqui y ha sido testigo de numerosas leyendas, entre ellas, la historia de Don Pedrito. Según se cuenta, en 1946, Don Pedrito cazó a un “cambia pieles”, un nahual que había aterrorizado a los habitantes locales. Esta criatura era capaz de transformarse en un animal y fue capturada gracias a la intervención de la iglesia, que contrató a Don Pedrito para que liberara a los poblados del miedo que los acosaba. En una famosa fotografía de la época, Don Pedrito aparece posando junto a su captura, un trotapieles que había sembrado el pánico en la región.

La leyenda de los nahuales ha trascendido generaciones. De acuerdo con las creencias prehispánicas, los nahuales son seres que poseen la capacidad de transformarse en animales, una habilidad que les permite vagar por las noches y atemorizar a las comunidades. Si bien no son considerados los más poderosos entre los 40 superhumanos del México precolombino, los nahuales son los más comunes, y sus historias han perdurado hasta nuestros días.

Don Pedrito, además de ser un cazador de nahuales, también era conocido como un curandero y “diablero”, capaz de realizar rituales para sanar y proteger a las personas de los males espirituales. Su figura se encuentra profundamente enraizada en la cultura yaqui, y su legado ha sido transmitido de generación en generación en la región del Valle del Yaqui. La caza de este nahual en particular se convirtió en una de las historias más contadas y recordadas por los habitantes de Cócorit.

A lo largo del tiempo, muchas personas han afirmado haber visto nahuales en diferentes puntos de México. Cada pueblo tiene, al menos, una historia relacionada con estos seres, lo que demuestra que, aunque las creencias puedan variar, el misticismo y el respeto por lo desconocido siguen presentes en la cultura mexicana. En Sonora, los relatos sobre nahuales han perdurado, y la hazaña de Don Pedrito continúa siendo una de las más impactantes.

La historia de Don Pedrito y su captura de un nahual sigue fascinando tanto a creyentes como a escépticos. La imagen que lo muestra con el trotapieles ha sido interpretada de diferentes maneras, pero lo que es indudable es el impacto que tuvo en la comunidad de Cócorit y más allá. Hoy en día, el pequeño pueblo sigue recordando a este valiente cazador, quien con sus habilidades curativas y su valentía, logró liberar a la región del temor que los nahuales sembraban.

Ciudad Obregón, cercano a Cócorit, también comparte este legado cultural, ya que el Valle del Yaqui está impregnado de historias y tradiciones que son parte fundamental de la identidad de la región. Las leyendas de los nahuales, aunque antiguas, siguen formando parte de la narrativa local, y figuras como Don Pedrito de Cócorit son un recordatorio del misticismo que rodea la historia de los pueblos yaquis en Sonora.

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