México.- Con tan solo 17 años, la mexicana Dafne Almazán Anaya fue aceptada para cursar el Master Math for Teaching por de la Universidad de Harvard, con lo que se convierte en la connacional de menor de edad admitida en ese posgrado.

“Mi plan es diseñar y trabajar con modelos para la enseñanza de Matemáticas en niños diagnosticados con sobredotación intelectual. Ese es precisamente uno de los enfoques del posgrado”, sostuvo Dafne Almazán Anaya, en un comunicado.

Dafne también es la primera estudiante menor de 18 años que es aceptada en este posgrado en 100 años. Situaciones similares a esta son constantes en la vida de la adolescente, quien a los 10 años ingresó a la licenciatura en Psicología y a los 13 se graduó, obteniendo el reconocimiento como la psicóloga más joven del mundo.

Si las cosas le salen tan bien como hasta ahora, en mayo de 2020 la joven se graduará del posgrado, cuando tenga 18 años de edad, con lo que formará parte de un pequeño grupo de estudiantes que han obtenido este grado a tan corta edad y en tan poco tiempo en Harvard.

De acuerdo con un reportaje de la agencia EFE, Dafne forma parte de una familia de superdotados, pues su hermano mayor, Andrew, se graduó en Psicología a los 16 años; Delany, su otra hermana, lo hizo a los 17; ambos fueron superados por Dafne, quien logró licenciarse también en Psicología a los 13 años.

Esto fue posible, además de los genes y la disciplina, gracias a un novedoso método educativo que aprovecha la condición de los niños superdotados, presente en cerca de 3 de cada 100 niños en México, para que aprendan sin sufrir traumas personales por su condición.

“Detectamos a los dos años y medio que ella aprendió, de manera autodidacta, a leer y escribir, y entonces empezamos un trabajo de potenciación intelectual que Andrew, su hermano, ha fundamentado”, señaló el padre de ambos en entrevista con la agencia EFE.

Andrew, el hermano mayor de Dafne, dirige desde hace varios años las investigaciones científicas del Centro de Atención al Talento (Cedat), que fundaron sus padres con el fin de queso primogénito, quien sufrió el estigma de la hiperactividad y el déficit de atención, recibiera una educación adecuada a sus sobrados conocimientos.

Agencias

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