Coca-Cola pierde el trono en México: impuestos, inflación y nuevos hábitos golpean sus ventas

Coca-Cola pierde el trono en México: impuestos, inflación y nuevos hábitos golpean sus ventas

Durante décadas, México fue considerado el “paraíso del refresco”, el mercado más leal y rentable para The Coca-Cola Company en América Latina. Sin embargo, eso ha cambiado. Henrique Braun, vicepresidente ejecutivo de la empresa, confirmó que el país ya no es su principal fuente de ganancias en la región, y lo atribuyó al entorno económico actual y a las nuevas políticas fiscales.

“México se ha convertido en el mercado más complicado para impulsar las ventas”, declaró Braun durante la presentación de resultados trimestrales. La frase ha encendido la conversación, sobre todo porque llega justo después de que la Cámara de Diputados aprobara un aumento al IEPS para bebidas azucaradas, que pasará de 1.64 a 3.08 pesos por litro en 2026, un alza del 87%.

El impacto ha sido inmediato. Según la compañía, los márgenes de rentabilidad comenzaron a caer en el primer trimestre del año. Henrique Braun y James Quincey, CEO global de Coca-Cola, identificaron tres factores clave detrás del problema: el alza del impuesto especial, la inflación que ha reducido el poder adquisitivo de las familias y un cambio en los hábitos de consumo, con más personas optando por versiones sin azúcar o alternativas naturales.

El aumento del impuesto fue impulsado por la administración de Claudia Sheinbaum, como parte de su política de salud pública para reducir el consumo de bebidas azucaradas. Sin embargo, esta medida ha generado debate: ¿realmente frenará los problemas de obesidad, o simplemente encarecerá los productos para los consumidores?

En medio de este panorama, Coca-Cola FEMSA, su principal embotelladora en México, anunció la suspensión temporal de varios proyectos de centros de distribución, argumentando que el nuevo IEPS afectará los costos operativos. La decisión podría impactar la generación de empleos en varias regiones del país.

Aun así, Coca-Cola mantiene una estrategia optimista. La compañía planea reforzar la promoción de sus líneas “zero” y “light”, y ampliar su portafolio de bebidas funcionales, como agua con electrolitos y jugos sin azúcar. “El cambio tomará tiempo, pero México sigue siendo un mercado clave”, subrayó Braun.

El consumo per cápita de refresco en México sigue siendo alto —más de 160 litros anuales por persona, según la OMS—, pero las tendencias globales apuntan a una transición hacia opciones más saludables. Muchos consumidores jóvenes han comenzado a cuestionar el consumo excesivo de azúcar, mientras otros simplemente no pueden sostener el gasto por la inflación.

¿Está viviendo México el principio del fin de su romance con la Coca-Cola? ¿O solo se trata de un ajuste temporal? Lo cierto es que esta historia no es solo económica: también refleja un cambio cultural y generacional.

Y aunque este cambio ocurre a nivel nacional, los cajemenses también lo sienten en su mesa, en el carrito del súper y en cada salida familiar. Porque, al final del día, estas son las noticias que vale la pena conocer.

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