Lo que ocurrió con Chappell Roan en el Corona Capital 2025 confirma lo que muchos ya sospechaban: estamos ante una de las nuevas figuras más importantes del pop mundial. La artista, cuyo ascenso parecía improbable hace apenas unos años, ofreció un show tan poderoso que dejó sin aliento a miles de asistentes.

Su historia es una de esas que inspiran. En 2020, bajo su nombre real Kayleigh Rose Amstutz, una discográfica la dejó ir porque “no generaba suficiente éxito”, incluso después del lanzamiento de “Pink Pony Club”. Hoy, esa misma canción es un himno que la catapultó al estrellato que vive actualmente. Es la prueba viviente de que el talento —cuando es auténtico— tarde o temprano encuentra su camino.

El impacto fue evidente desde el momento en que se iluminaron las pantallas del escenario. Los gritos de los fans se escuchaban por todo el lugar: “¡Mi artista favorita!”, “¡Eso mamona!”, “¡Pinche vieja hermosa!”. Esa energía colectiva anticipaba que el concierto sería uno de los más comentados del festival.

Y vaya que cumplió. Chappell llegó con una producción gigantesca que mezclaba estética de cuento de hadas retorcido, elementos oscuros y un diseño visual hipnotizante. Abrió con “Super Graphic Ultra Modern Girl” y “Femininomenon”, marcando desde el primer minuto la mezcla de teatralidad y fuerza que caracteriza su propuesta.

Su figura como ícono feminista y LGBTQ+ también estuvo presente. Con su característico maquillaje inspirado en la cultura drag y mensajes que celebran la libertad de expresión, Chappell conectó profundamente con su audiencia. Entre gritos se escuchaba “¡Arriba las lesbianas!” y “¡Arriba las morras!”, reflejando el vínculo emocional que tiene con su comunidad fan.

Su banda, integrada completamente por mujeres, reforzó ese mensaje. “Arriba las morras” no es solo una frase, sino parte del sello de Chappell, quien apuesta por un equipo musical sólido y diverso. Las instrumentistas llevaron al público por un recorrido sonoro que iba desde el pop ochentero hasta arreglos cercanos al rock clásico y el heavy metal.

Uno de los puntos más explosivos fue cuando enseñó la coreografía de “HOT TO GO!”, canción viral que todo mundo parecía conocer. El público la siguió entre risas, brincos y una energía que se sintió incluso en los alrededores del escenario.

Y cuando parecía que nada podía superar ese momento, Chappell sorprendió con un poderoso cover de “Barracuda” de Heart. Un homenaje brillante que dejó claro su amor por el rock de antaño y que, sin duda, se perfila como uno de los mejores covers hechos a esta icónica canción.

Con una presentación memorable y un público totalmente entregado, Chappell Roan se reafirma como una de las artistas que marcará esta década. Y aunque este show se vivió lejos de Sonora, en Ciudad Obregón cada vez más cajemenses siguen su música, su mensaje y su ascenso meteórico dentro del pop global.

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