Como cada 4 de julio desde 1949, el Departamento de Bomberos de Cajeme celebró un año más de su fundación con una serie de emotivas actividades que honraron el compromiso, la historia y el sacrificio de quienes integran esta heroica institución. Este 2025 marcaron su 76 aniversario, consolidándose como un pilar de servicio para la comunidad cajemense.

La jornada conmemorativa inició con un vistoso desfile por las principales avenidas de Ciudad Obregón. Unidades de emergencia, vehículos de rescate y elementos en formación mostraron al público el equipamiento con el que cuentan, recordando a la ciudadanía la importancia de su labor diaria.

Posteriormente, se llevó a cabo una misa de acción de gracias en la Capilla de Guadalupe, donde se elevaron oraciones por la protección de todos los bomberos en activo, así como en memoria de aquellos que han entregado su vida en el cumplimiento del deber. Fue un momento solemne que reafirmó el carácter vocacional de esta noble profesión.

El comandante Víctor Ricardo Manosalvas Mena encabezó las actividades del día, destacando que la conmemoración también incluyó reconocimientos para los bomberos que se jubilaron este año. “Han dejado toda una vida aquí y merecen que les demos un reconocimiento público y ante nosotros como bomberos”, expresó.

Tras la misa, el festejo continuó con un convivio en la Estación Central, donde se reunieron bomberos activos, voluntarios, pensionados y veteranos. Entre anécdotas, abrazos y aplausos, se vivió un ambiente de fraternidad que dejó claro que ser bombero es, más que una profesión, una forma de vida.

La ceremonia también sirvió para resaltar la vocación de servicio que distingue a esta institución. Con 76 años de historia, los Bomberos de Cajeme continúan enfrentando retos con coraje, unidad y compromiso con la comunidad.

Ciudad Obregón ha sido testigo de la evolución y crecimiento del cuerpo de bomberos, que se ha mantenido vigente gracias al esfuerzo de cada integrante, así como al respaldo de la ciudadanía y las autoridades locales. Hoy, son ejemplo de valentía, entrega y solidaridad.

Para las y los cajemenses, esta celebración es una oportunidad para agradecer el trabajo silencioso pero vital de los apagafuegos. Porque en cada emergencia, hay una historia de heroísmo que vale la pena conocer y reconocer.

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