Así fue el primer Simi Fest: música, botargas y nostalgia
En un año donde los festivales han inundado el calendario, el primer Simi Fest logró destacar con una fórmula tan peculiar como efectiva: convertir el poder de un meme en un festival musical. Celebrado en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México, este evento sorprendió a más de 15 mil asistentes con un ambiente relajado, música de primer nivel y, por supuesto, la omnipresencia del famoso Dr. Simi.
El evento, anunciado con un cartel encabezado por Jungle y Anderson .Paak and the Free Nationals, se posicionó rápidamente como un festival diferente. El internet reaccionó con entusiasmo, y la expectativa por vivir esta experiencia “meme-realidad” atrajo a una audiencia diversa. Desde el inicio, el Simi Fest demostró que estaba listo para romper esquemas.
El ambiente fue cálido, casi familiar, con activaciones temáticas que incluían botargas y peluches del Dr. Simi en cada rincón. A pesar del toque comercial que pudo haber sido evidente, los asistentes no lo percibieron como forzado; en cambio, lo disfrutaron como un guiño humorístico a la cultura pop mexicana.
En cuanto a la música, la primera edición cumplió en gran medida. Las presentaciones de Jungle y Anderson .Paak destacaron por su energía y calidad sonora, demostrando por qué fueron elegidos como headliners. Aunque las primeras actuaciones, como las de Technicolor Fabrics y Motel, enfrentaron problemas técnicos, estos fueron solucionados, permitiendo que los artistas brillaran.
Además de los grandes nombres internacionales, los artistas mexicanos también dejaron huella. Ruzzi, con su estilo íntimo y letras que conectan profundamente, fue una revelación del festival. La cantante chihuahuense emocionó a los presentes con temas que abordan la autosuficiencia y los desafíos emocionales.
Por su parte, la icónica Ely Guerra deslumbró con su poderosa voz y carisma, demostrando que sigue siendo una leyenda de la música mexicana. Su setlist, lleno de nostalgia y emoción, recordó por qué es una de las artistas más queridas del país.
Aunque no todo fue perfecto —los precios en alimentos y bebidas estuvieron en línea con los altos costos de otros festivales y lejos de los accesibles de las Farmacias Similares—, la experiencia general del Simi Fest dejó una impresión positiva en los asistentes.
Para los cajemenses, este tipo de eventos son una inspiración para explorar nuevas propuestas culturales y musicales. Y quién sabe, quizás el próximo año, una edición del Simi Fest podría llegar a Ciudad Obregón, ampliando la experiencia del famoso peluche a más rincones del país. Porque en OBR Noticias, “las noticias que vale la pena conocer” no solo informan, también inspiran y conectan.