La escena del regional mexicano despertó este lunes con una noticia que ha dejado en shock a sus seguidores: el fallecimiento de Eleuterio “Tello” Higuera Jr., vocalista y acordeonista de la agrupación Los Retoños de Tijuana, quien había sido reportado como desaparecido la semana pasada.

El músico fue presuntamente secuestrado por un grupo armado el pasado miércoles 22 de octubre en la colonia Aztlán, en Rosarito, Baja California. Según testigos, los agresores irrumpieron en el salón donde la banda amenizaba un evento familiar y sometieron a los integrantes del grupo. Algunos lograron escapar, pero “Tello” fue llevado por los delincuentes.

Las autoridades municipales y estatales llegaron al lugar poco después, encontrando a varios músicos aún esposados y con cinta adhesiva en las manos. Aunque en el sitio no se hallaron rastros de sangre, los equipos de rescate y seguridad iniciaron un operativo de búsqueda en la zona y sus alrededores.

Durante los días siguientes, familiares, amigos y colegas del regional mexicano difundieron mensajes de esperanza en redes sociales, pidiendo por el regreso con vida del joven. Sin embargo, el desenlace fue trágico: el cuerpo de Higuera Jr. fue localizado sin vida en la zona de La Gloria, al sur de Tijuana.

“Tello” era hijo de Eleuterio Higuera, fundador y voz principal de Los Incomparables de Tijuana, y sobrino de Mario Quintero, reconocido integrante de Los Tucanes de Tijuana. Su fallecimiento ha causado una profunda tristeza en la comunidad artística, que lamenta la violencia que continúa afectando al mundo de la música.

En redes sociales, agrupaciones como Los Tucanes de Tijuana y Agave Records expresaron su pesar con emotivos mensajes: “Tu brillo y alegría siempre estarán con nosotros y con el público. Descansa en paz, Tellito Jr. Dios dé fortaleza a toda la familia”, publicaron.

La noticia ha generado una ola de indignación entre los fans del regional mexicano, quienes exigen justicia y mayor seguridad para los artistas que, como “Tello”, dedican su vida al escenario y al público.

Aunque el hecho ocurrió en Baja California, la tristeza se ha extendido hasta todo el noroeste del país, incluido Ciudad Obregón, donde el regional mexicano tiene miles de seguidores. Entre la indignación y la tristeza, la gente recuerda que detrás de cada nota y acorde hay historias humanas que merecen respeto, justicia y memoria.

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